Se cumple hoy un nuevo aniversario
del advenimiento de la II República Española (1931-1939). ¿Debemos sentirnos
interpelados? Todo el mundo opina, todo el mundo se posiciona. ¿Qué pensamos,
al menos, los carlistas de este período de la Historia de España?
De entrada, invitamos a estudiar,
a conocer de verdad, la II República. Hay excelentes libros para acercarse a
este momento indudablemente atractivo. Van aquí dos sugerencias: La primera democracia española: la Segunda
República del estadounidense Stanley G. Payne, editado por Paidós; y La Segunda República española, de Julio
Gil Pecharromán. Ambos son buenos
historiadores.
La historia debe ser estudiada para que cualquier español bien formado pueda extraer sus propias enseñanzas. Pero los carlistas, en específico, somos españoles con vocación política, continuadores de la España tradicional, no un círculo de estudiosos ni de divulgadores de la historia. Los carlistas no nacimos para tomar postura ante acontecimientos históricos pasados. Consideramos ridículo el debate sobre la II República que pueda suscitarse en el parlamento. Cada cosa en su sitio, cada asunto en su lugar.
Fue en 1931 cuando los carlistas tuvieron que tomar postura ante la II República. Los carlistas afrontaron el nuevo régimen con esperanza. Muchos confiaban en que después podía producirse una restauración monárquica, o que era necesario un cambio brusco que permitiera solucionar los problemas sociales del país. El mismo rey, don Jaime III, se mostró dispuesto a ver lo que podía aportar la República.
La historia debe ser estudiada para que cualquier español bien formado pueda extraer sus propias enseñanzas. Pero los carlistas, en específico, somos españoles con vocación política, continuadores de la España tradicional, no un círculo de estudiosos ni de divulgadores de la historia. Los carlistas no nacimos para tomar postura ante acontecimientos históricos pasados. Consideramos ridículo el debate sobre la II República que pueda suscitarse en el parlamento. Cada cosa en su sitio, cada asunto en su lugar.
Después, el dieciocho de julio de 1936, los carlistas de entonces tuvieron que alzarse en armas. ¿Por qué? Pueden leerlo aquí, en este mismo blog, en un artículo titulado "Voluntarios". Fue necesario en aquel momento. Hoy consideramos que es necesario no perder el tiempo dedicando nuestros esfuerzos políticos en esclarecer problemas pasados. ¿Les interesa la II República española? Lean. Por lo demás, disfruten del día y no se agobien: el Rey volverá.