martes, 9 de agosto de 2016

Siempre es más fácil disparar al espantapájaros

En estos días, las conversaciones sobre política son caóticas, violentas y a veces llegan hasta el punto de poner en riesgo amistades de siempre. En torno a estas discusiones es fácil detectar que hay poco razonamiento, mucho eslogan y, sobre todo, mucha falacia. Sí, falacia, en el sentido clásico, en el sentido que le daban a las falacias los maestros de la Retórica. El resultado es el caos más desesperante.

No está en nuestra mano que los líderes de los partidos recuperen el hábito de la buena discusión para resolver problemas, pero sí que a pie de calle, que es desde donde pensamos que ha de venir la regeneración social, todos los vecinos adquiramos conciencia de que hay que ponerse las pilas en eso de hablar las cosas para solucionar problemas.

Aunque duela decirlo, porque no lo estamos pasando bien, el cambio empieza por nosotros. Empecemos, pues, desechando algunos de los hábitos que nos crean problemas. Desechemos hoy la falacia del hombre de paja, es decir, esa trampa para rebatir argumentos que consiste no en atacar el argumento que trata de esbozarnos la persona con la que hablamos, sino en ridiculizar ese argumento, exagerarlo hasta el esperpento, para luego darle la puntilla. A esta falacia también se la conoce como “el espantapájaros”. Veamos un ejemplo:

-          -  Hay que distribuir mejor la riqueza.
-          -  No se puede andar expropiando a la gente, amigo.

Explicación de la falacia. Un tipo que está en un bar piensa que la riqueza está mal distribuida y que, por lo tanto, hay que repartirla mejor. Otro tipo, que no está de acuerdo identifica la distribución de la riqueza con la expropiación, que suena muy mal y es más difícil de sostener.

Otro ejemplo es aquel famoso monólogo de Clint Eastwood en Cazador blanco, corazón negro (1990) con una muchacha antisemita que utiliza la falacia del hombre de paja, exagera el mal comportamiento de algunos judíos del Soho de Londres durante la guerra, para justificar su posición antisemita.


A veces no queda más remedio que marcarse un Clint Eastwood, pero, al igual que los debates sobre política no tienen nada que ver con ganar finales olímpicas, las reuniones entre vecinos están para encontrarse y solucionar problemas, ya sean reuniones de escalera o plenos de ayuntamiento, no para colgarse medallas. Frente a las falacias de los malos, el diálogo de los buenos.

La falacia del hombre de paja parece una tontería, pero la usamos continuamente. Y tiene consecuencias insospechadas. Piensen ustedes, por ejemplo, en la izquierda abertzale y, a continuación, en los casos que conocen ustedes de jóvenes que, viniendo de hogares en los que jamás se ha ayudado a la izquierda abertzale, incluso de hogares que han sufrido la propaganda nacionalista y la kale borroka, se han pasado a militar con esa gente. No mentimos, tampoco contamos nada nuevo a algunos, cuando afirmamos que está detrás esta falacia. El paso de estos jóvenes a la izquierda abertzale tiene que ver con que allá donde se ha caricaturizado a la izquierda nacionalista ha bastado que los jóvenes bajaran al bar para que se les cayeran, de golpe, todos los prejuicios y, acto seguido, bien convencidos, se pasaran al otro lado, donde eran más majos, nadie echaba fuego por la boca y había mejor música.

***


Hagamos un esfuerzo por recuperar la razón.

2 comentarios:

  1. A la izquierda abertzale no se la ha caricaturizado en si misma por las ideas que planteaba sino por el medio usado: el asesinato, y esto es execrable de todo punto de vista, se critican hechos y están ahí no hay forma de suavizarlos para que parezcan aceptables, solo convencen a quienes creen que la muerte de una persona puede justificarse por algo distinto a la legítima defensa.

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  2. En primer lugar, muy agradecidos porque participe usted en el blog con asiduidad.

    Sobre lo que dice, yo personalmente no estoy de acuerdo. Se señalaron, como debía hacerse, las tropelías cometidas -conocidas por todos-, pero también hubo caricaturas, y estas fueron a veces demasiado lejos. Lo confirma uno que cayó en ese error.

    De todas formas, el contenido del post es la falacia del espantapájaros (lo otro era un ejemplo). ¿Qué le parece? ¿Está o no de acuerdo? ¿Se anima usted a ayudar a recuperar la racionalidad en política?

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